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Mateo 5:14-16 Reina Valera Actualizada
“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida. Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa. Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
La luz cristiana es pública, no solo privada; es colectiva, no solo individual, y es acción, no solo reflexión.
I. Dios es Luz
¡Dios es Luz! El Señor Jesús dice en Juan 8:12:
12Yo soy la luz del mundo.
¡Jesús es Luz porque es Dios, y Dios es Luz:
1 Juan 1:5 Reina Valera Actualizada
Y este es el mensaje que hemos oído de parte de él y les anunciamos: Dios es luz, y en él no hay ningunas tinieblas.
¿Qué significa esto?, significa que el mundo cambia (y yo y Usted cambiamos) ¡solo por Dios! De hecho, ¡Jesús es «el Cordero de Dios» que quita el pecado de todos(as)! (Jn. 1:29). Toda su persona es Luz: Su humanidad y divinidad, sus actitudes, sus palabras, sus hechos, su influencia; inclusive, su manera de enfrentar la oposición de sus enemigos, ¡es luz! Y porque es luz, es entonces camino, porque da dirección a la vida. El salva, sana, juzga, recompensa, etc. Esta luz de Jesús se describe en Lucas 4:18-19:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para proclamar el año agradable del Señor.
Si venimos a Cristo, venimos a la luz; venimos a la transparencia, a la limpieza, a la santidad, a la rectitud, en los detalles grandes, pero también en los pequeños:
Juan 3:19-20 Reina-Valera 1960
19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
¡No hay otra Luz mayor que Dios, y que Cristo! Pero los hijos e hijas de Dios, ¡somos luz también!
II. Los hijos e hijas de Dios somos luz
1. Si somos discípulos de Jesús, si creemos en El, si le seguimos y servimos, ¡somos luz!
Jesús dice claramente:
14«Ustedes son la luz del mundo».
Jesús no le dice esto a cualquier persona, se lo dice a sus discípulos, a sus seguidores, a los que creen en El, a los que le siguen y le sirven. ¿Somos Usted y yo uno de estos?
2. Jesús habla muy bien de nosotros, cuando somos luz. El dice:
Juan 3:36 Reina-Valera 1960
36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna.
Juan 8:12 Reina-Valera 1960
12 … el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 12:26 Reina-Valera 1960
26 Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Si somos discípulos, creyentes, seguidores y servidores de Jesús, ¡somos luz!, porque nuestra creencia, nuestro seguimiento (discipulado) y nuestro servicio (diakonía), ¡son luz!
3. La luz «en las tinieblas resplandece» (Juan 1:5). ¿Qué significa esto?:
Si pretendemos que todos nos quieran, jamás somos luz.
- La verdad, en la mentira, resplandece.
- La paz, en la guerra, resplandece.
- La humildad, en el orgullo, resplandece.
- La obediencia, en la desobediencia, resplandece.
- La santidad, en el pecado, resplandece.
- Si pretendemos estar solo donde se hace lo bueno, nunca somos luz.
- Si pretendemos estar solo con los «buenos», nunca somos luz.
- Si pretendemos siempre lo fácil, nunca somos luz.
III. Las buenas obras son luz
Jesús dice:
16 Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
¿Para qué sirven las obras buenas? Las obras buenas son un elemento clave en la vida de un(a) cristiano(a). Tengamos en cuenta lo siguiente: Las obras buenas no son jactancia.
- Las buenas obras validan la fe cristiana.
- Las buenas obras no salvan del pecado.
- Las buenas obras no son hipocresía.
- Las buenas obras no son siempre las que más se ven.
- Las buenas obras no son siempre las que más se hacen.
¡Las buenas obras son luz del mundo!, ¡alumbremos «a los que están en casa». ¿Cuál es esta casa?: La familia, el trabajo, la iglesia, el condominio, la calle, la ciudad, el país, la sociedad entera.
15. Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa.
¡Las buenas obras alumbran, es decir, impresionan, pero también avergüenzan a las personas que las ven. Jesús dice:
16. Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
Los hombres deben ver nuestras buenas obras. Es decir,
- El ladrón debe ver que Usted y yo no robamos.
- El mentiroso debe ver que Usted y yo no mentimos.
- El adúltero debe ver que Usted y yo no adulteramos.
- El peleador debe ver que Usted y yo no peleamos.
- El egoísta debe ver que Usted y yo compartimos.
- El inconverso debe ver las obras buenas suyas y mías, para que glorifique a Cristo.
- El inconverso debe ver las buenas obras suyas y mías, para que se convierta a Cristo.
Las buenas obras son luz de Dios en este mundo oscuro: «miden» el tamaño de nuestra fe, «pesan» la consistencia de esta fe, y por ellas, ¡Dios se glorifica!
Dios es luz, Usted y yo somos luz, nuestras obras buenas son luz. ¿Alumbraremos «a todos los que están en casa»? ¿Hay alguna cosa que debo hacer hoy, para que la luz de Cristo se haga notar en donde estoy, y se haga notar con quienes comparto diariamente?