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Hebreos 11 Reina-Valera 1960
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.
Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ese ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón. Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.
Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.
¿Qué es la fe?: No es cualquier fe; no es fe en las personas o en las instituciones ni en cualquier idea o creencia de este mundo.
I. Es fe en Dios, ¡es fe cristiana!
En lo que respecta a Abraham, el que llamamos «padre de la fe», la Palabra de Dios dice:
Génesis 15:5-6 Reina-Valera 1960
5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. 6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.
Esta fe salva y mueve montañas («20 Jesús les dijo: … de cierto les digo que si tienen fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: “Pásate de aquí, allá”; y se pasará. Nada les será imposible», Mt. 17:20-21 RVA); esta fe, preeminentemente, ¡es fe cristiana!, porque se centra en Cristo:
Romanos 10:8-11 Reina-Valera 1960
8 … Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
II. Es fe que cree y afirma lo que es (no lo que puede ser)
- Dios ¡es! (no necesitamos probar su existencia, Salmos 14:1 RVR1960: «Dice el necio en su corazón: No hay Dios):
- ¡El recompensa a los que lo buscan!:
- Hebreos 11:6 Reina-Valera 1960 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.“
- ¡El perfecciona a los que lo buscan!:
- “40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.”
- ¡El recompensa a los que lo buscan!:
- Lo que se espera, ¡es! (v. 1). La fe en Dios es certeza, convicción, seguridad, afirmación, que ¡no viene de cualquier parte sino de Dios!, de su misma Palabra. En Romanos 10:16-17, el apóstol Pablo señala:
Romanos 10:16-17 Reina-Valera 1960
16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? 17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
¿Queremos más fe? !Leamos la Palabra de Dios!
- Lo que Dios promete, aunque no se vea todavía, ¡es! (v. 1), ¡pues Dios «llama las cosas que no son, como si fuesen! (Romanos 4:17):
11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. 12 Por lo cual también, de uno, y ese ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
III. Es fe que tiene obras
Santiago 2:17 Reina-Valera 1960
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. (…) 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
(La fe sin obras es muerte, y si es así, la mata cualquier cosa de este mundo).
Los hijos e hijas de Dios encarnamos la fe, es decir, la hacemos concreta, palpable y visible con obras. Todos los hombres y mujeres de la lista de Hebreos 11, ¡tuvieron fe, y obras de acuerdo con su fe!
Con ellos, se demuestra que la fe:
- Ofrece a Dios un sacrifico más excelente (Abel tuvo esta fe), v. 4.
- Agrada a Dios, ¡no lo desagrada!, porque «sin fe es imposible agradar a Dios» (v. 6). Enoc tuvo esta fe.
- Sigue las instrucciones de Dios, aunque sea ilógico y contrario a sus intereses. Noé; los que dieron seis vueltas, una por día, y siete vueltas el día siete, alrededor de Jericó; y Rahab la prostituta, tuvieron esta fe:
31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
- Obedece a Dios, sin tener todas las respuestas, todos los detalles, todos los seguros, ni todos los resguardos: Abraham «salió sin saber a dónde iba», v. 8. Dios hace un llamado fuera de lo común a Abraham. Este manera de actuar de Dios nos enseña que no podemos controlarlo todo.
- Asume que este mundo no es definitivo, y que, por lo mismo, nosotros somos «extranjeros y peregrinos sobre la tierra»:
- «9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios». Abraham y sus descendientes, tuvieron esta fe.
- Ofrece a Dios, inclusive, su propia familia (no peca contra Dios, amándolo menos por amar más a su familia). Abraham tuvo esta fe:
17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia;
IV. Es fe que sostiene al que la tiene, cuando necesita ser sostenido(a)
¿Qué sostuvo a los padres de Moisés?:
23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.
La fe en Dios sostiene al que la tiene, cuando necesita ser sostenido, para contradecir decretos de muerte y salvar vidas (Dietrich Bonhoeffer fue un pastor luterano alemán, que se opuso a Hitler. El salvó muchas vidas de judíos antes de morir).
¿Qué sostuvo a Moisés para ponerse del lado de los esclavos de su pueblo?:
24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. 27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
La fe en Dios sostiene, ¡porque Dios sostiene!, para renunciar al bienestar, y aceptar el malestar si es necesario; y para avanzar en medio del peligro:
«29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados».
¿Qué sostuvo a Isaac, Jacob y a José, que, con sus penurias y todo, bendijeron el presente y el futuro de los suyos:
20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. 21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón. 22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos.
¿Qué sostuvo a Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas? Ellos … :
33 … por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. 35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección
Y, ¿qué sostuvo a los otros siervos y siervas de Dios «no tan famosos»?: ¡Su fe en Dios!:
fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. 36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
La fe en Dios, a través de la obra de Cristo, soporta, también, las aflicciones que Dios, en su infinita soberanía y sabiduría, ¡no quita, sino que permite! Por lo mismo, la fe en Dios no siempre pide que le quiten el dolor: Dietrich Bonhoeffer pudo salvarse de la muerte, pero optó por vivir en Alemania, y luchar firmemente contra Hitler. Hitler ordenó su muerte el 9 de abril 1945:
35 … mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
La fe en Dios «sobrevive aunque no reciba lo prometido»:
39 Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; 40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.
¡La fe en Dios sobrevive a todo lo malo!
La fe no es cualquier fe; la fe transforma y nos transforma para bien.
¿Cuál ha sido la fe de los miembros de la Iglesia Evangélica Bautista Central durante los sesenta y nueve años que han pasado? ¿Cuál es hoy la fe de los miembros de la Iglesia Evangélica Bautista Central? ¿Cuál será mañana la fe de los miembros de la Iglesia Evangélica Bautista Central? ¿Ha sido, es y será la fe en Dios?, ¿la fe que cree y afirma lo que es (no lo que puede ser)?, ¿la fe que tiene obras?, ¿la fe que sostiene cuando se necesita ser sostenido?
Si tenemos esta fe, entonces, alegrémonos, pero al mismo tiempo, no nos vamos a desesperar …
- Si los miembros de la iglesia no pueden (ni deben) controlarlo todo.
- Si los miembros de la iglesia pierden sus trabajos.
- Si los miembros de la iglesia se divorcian.
- Si los miembros de la iglesia no ofrendan ni diezman.
- Si los miembros de la iglesia pecan.
- Si los miembros de la iglesia hacen mal parte del trabajo de la iglesia, o claramente lo hacen todo mal.
- Si los miembros de la iglesia se van, o regresan.
- Si los miembros de la iglesia no trabajan.
- Si los miembros de la iglesia son lentos, o se precipitan en el trabajo de la iglesia.
- Si los miembros de la iglesia se ausentan.
- Si llegan personas diferentes o atípicas a la iglesia (nos acomoda más la uniformidad que la diversidad, ¡reconozcámoslo!).
Si tenemos esta fe, entonces, podemos decir como dice el apóstol Pablo:
2 Corintios 4:7-10 Reina-Valera 1960
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
Amén.