¡Escucha el mensaje completo aquí!
Sarepta fue una antigua ciudad de Fenicia, ubicada entre Sidón y Tiro. No era territorio de Israel. No obstante, a esta ciudad es enviado Elías, ¿por qué y para qué? Era un tiempo de sequía, «no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses» (Stgo. 5:17). Obviamente, muchos personas y demás seres vivos sufrían, pero había algunos que sufrían más: las viudas, por ejemplo. Esta es la historia de Elías y la viuda de Sarepta, ¡repasémosla!:
1 Reyes 17:8-16 Reina Valera Actualizada
Entonces la palabra del SEÑOR vino a Elías diciendo: —Levántate, ve a Sarepta de Sidón y habita allí. He aquí, yo he designado allí a una mujer viuda para que te sustente.
Entonces se levantó y se fue a Sarepta. Cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña. Él la llamó y le dijo: —Por favor, tráeme un poco de agua en un vaso, para que beba. Cuando ella iba a traérsela, la llamó y le dijo: —Por favor, tráeme también un poco de pan en tu mano. Ella respondió: —¡Vive el SEÑOR, tu Dios, que no tengo pan cocido! Solamente tengo un puñado de harina en una tinaja y un poco de aceite en una botella. Y he aquí que estaba recogiendo un par de leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, a fin de que lo comamos y muramos.
Entonces Elías le dijo: —No tengas temor. Ve, haz como has dicho; pero de ello hazme a mí primero una torta pequeña y tráemela. Después harás para ti y para tu hijo. Porque así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “La harina de la tinaja no se acabará, y el aceite de la botella no faltará hasta el día en que el SEÑOR dé lluvia sobre la superficie de la tierra”.
Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y comieron él, ella y su familia, por mucho tiempo. La harina de la tinaja no se acabó ni faltó el aceite de la botella, conforme a la palabra que el SEÑOR había dicho por medio de Elías.
I. En el Reino de Dios, dar es, en esencia, sustentar. En el Reino de Dios, cuando damos, principalmente, sustentamos:
—Levántate, ve a Sarepta de Sidón y habita allí. He aquí, yo he designado allí a una mujer viuda para que te sustente.
¿Cómo vé Dios el dinero (y el trabajo)? Él lo vé, principalmente, como un sustento. No damos para aumentar el tesoro de la iglesia, y ser así una iglesia poderosa, en términos económicos; no damos para nuestro placer. La esencia del dar, de la ofrenda bíblica, es sustentar personas vulnerables (y vulneradas), así era en el AT, y en el NT, principalmente; aunque también, cuando damos, sustentamos el templo y el culto al Señor (lo sagrado):
1 Corintios 16:1-3 Reina Valera Actualizada
En cuanto a la ofrenda para los santos, hagan ustedes también de la misma manera que ordené a las iglesias de Galacia. El primer día de la semana, cada uno de ustedes guarde algo en su casa, atesorando en proporción a cómo esté prosperando, para que cuando yo llegue no haya entonces que levantar ofrendas. Cuando yo esté allí, enviaré a los que ustedes aprueben por cartas, para llevar su donativo a Jerusalén.
Aquí dar es un donativo, por lo tanto, tiene carácter de servicio.
El Reino de Dios nada necesita, porque ninguno de nosotros sustenta a Dios. El apóstol Pablo comparte esto en su predicación en Atenas:
Hechos 17:24-25 Reina Valera Actualizada
Este es el Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él. Y como es Señor del cielo y de la tierra, él no habita en templos hechos de manos, ni es servido por manos humanas como si necesitara algo, porque él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.
Por el contrario, Dios nos sustenta a nosotros, y lo hace cuando trabajamos, pero también cuando damos y recibimos, cuando compartimos (Hech. 2:44-45) y se nos comparte, cuando «vendemos todo lo que tenemos y lo damos a los pobres» (Marcos 10:21), cuando nos despojamos de nosotros mismos como Jesús: El «se despojó a sí mismo» (Filipenses 2:7). Cuando damos, sustentamos, esto es así, en el Reino de Dios.
II. Cuando el dinero escasea, no significa que escasea el amor, la misericordia y la compasión de Dios, ¡no significa que escasea Dios!
Dios se hace cargo:
Entonces la palabra del SEÑOR vino a Elías diciendo: —Levántate, ve a Sarepta de Sidón y habita allí. He aquí, yo he designado allí a una mujer viuda para que te sustente.
Salmos 68:5-6 Reina-Valera 1960
Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas los rebeldes habitan en tierra seca.
Cuando Dios se hace cargo, alguien tiene que obedecer (independiente quién sea, independiente si tiene mucho o poco para dar):
Elías obedece:
8 Entonces la palabra del SEÑOR vino a Elías diciendo:
9 —Levántate, ve a Sarepta de Sidón y habita allí. He aquí, yo he designado allí a una mujer viuda para que te sustente.
10 Entonces se levantó y se fue a Sarepta.
La viuda obedece:
10 Entonces se levantó y se fue a Sarepta. Cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña. Él la llamó y le dijo:
—Por favor, tráeme un poco de agua en un vaso, para que beba.
11 Cuando ella iba a traérsela, la llamó y le dijo:
—Por favor, tráeme también un poco de pan en tu mano.
12 Ella respondió:
—¡Vive el SEÑOR, tu Dios, que no tengo pan cocido! Solamente tengo un puñado de harina en una tinaja y un poco de aceite en una botella. Y he aquí que estaba recogiendo un par de leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, a fin de que lo comamos y muramos.
13 Entonces Elías le dijo:
—No tengas temor. Ve, haz como has dicho; pero de ello hazme a mí primero una torta pequeña y tráemela. Después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “La harina de la tinaja no se acabará, y el aceite de la botella no faltará hasta el día en que el SEÑOR dé lluvia sobre la superficie de la tierra”.
15 Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías
Cuando Dios se hace cargo, alguien tiene la prioridad:
13 Entonces Elías le dijo:
—No tengas temor. Ve, haz como has dicho; pero de ello hazme a mí primero una torta pequeña y tráemela. Después harás para ti y para tu hijo.
Quien tiene la prioridad no siempre somos nosotros. Es triste y deshonroso que alguien busque lo suyo propio, y diga: «Yo tengo la preferencia», «yo soy primero, después tú», «yo necesito más, no aquel ni aquella». Esto lo dice quien no tiene de verdad a Dios:
Filipenses 2:5-6 Reina-Valera 1960
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse…
Quién tiene la prioridad, usa su status preferencial, para servir a los que están en segundo, tercer o último lugar: Elías sirvió, desde su posición de profeta de Israel, a una mujer fenicia, la viuda de Sarepta; Israel, desde su elección preferencial, sirvió y bendijo a todas las naciones (Gn. 12:1-3); José sirvió, desde su cargo privilegiado de gobernador de Egipto, a muchos pueblos, incluyendo su propia familia; Pablo sirvió, desde su misión apostólica, a muchos gentiles (como nosotros, también); el Señor Jesús sirvió «a los suyos», a «las ovejas perdidas de la casa de Israel» (ellos eran su misión prioritaria), sin embargo, también sirvió a no judíos como la mujer cananea, que, como la viuda de Sarepta, también era fenicia (Mt. 15:21-28); y nosotros debemos servir de la misma manera. Las ventajas las debemos ocupar para servir al que no las tiene; ninguna posición preferencial es para servirse uno mismo, sino para servir a los demás:
1 Pedro 4:10 Reina-Valera 1960
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Elías le dice a la viuda:
13 … : —No tengas temor. Ve, haz como has dicho; pero de ello hazme a mí primero una torta pequeña y tráemela. Después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “La harina de la tinaja no se acabará, y el aceite de la botella no faltará hasta el día en que el SEÑOR dé lluvia sobre la superficie de la tierra”.
En todo caso, «el Reino de Dios tiene una opción preferencial por los pequeños y lo pequeño», lo último será lo primero (Harold Segura): los pobres; los que lloran (Mt. 5:4); los que más sufren cuando no llueve, y la viuda de Sarepta era una de ellos:
1 Reyes 17:1 Reina-Valera 1960
17 Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
Por eso Dios no podía permanecer impávido, ante la situación de esta mujer viuda. El se duele por lo que les pasa a los más desamparados de este mundo y actúa, y manda que sus hijos e hijas sintamos y hagamos lo mismo; por ellos; por eso, en el NT, El inspira la ofrenda para los santos vulnerables (1 Co. 16:13), porque ¡El los auxilia!
III. Quién da al Reino de Dios, recibe de Dios y a Dios.
El Señor Jesús dice:
Lucas 6:38 Reina Valera Actualizada
38 Den, y se les dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se les dará en su regazo. Porque con la medida con que miden se les volverá a medir”.
Y al apóstol Pablo asegura lo mismo:
Filipenses 4:16-20 Reina Valera Actualizada
16 Porque aun a Tesalónica enviaron para mis necesidades una y otra vez. 17 No es que busque donativo sino que busco fruto que abunde en la cuenta de ustedes. 18 Sin embargo, todo lo he recibido y tengo abundancia. Estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviaron, como olor fragante, un sacrificio aceptable y agradable a Dios. 19 Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad de ustedes conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
La viuda de Sarepta da a Elías, da al Reino de Dios, ella «hizo conforme a la palabra de Elías; y comieron él, ella y su familia, por mucho tiempo. “La harina de la tinaja no se acabó ni faltó el aceite de la botella, conforme a la palabra que el SEÑOR había dicho por medio de Elías»”, ¡gloria a Dios!
Sin embargo, tengamos en cuenta lo siguiente:
Lo que le pasa a uno, no necesariamente es regla para todos(as), no es algo que le deba pasar a todos de la misma manera, porque Dios es hace las cosas de una manera multiforme:
Lucas 4:25-26 Reina Valera Actualizada
25 Pero en verdad les digo que había muchas viudas en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses y hubo una gran hambre en toda la tierra, 26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
Dar al Reino de Dios, en un momento extremo, es un factor poderoso, para que Dios haga de igual manera, un milagro extremo y poderoso:
15 Entonces ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y comieron él, ella y su familia, por mucho tiempo. 16 La harina de la tinaja no se acabó ni faltó el aceite de la botella, conforme a la palabra que el SEÑOR había dicho por medio de Elías.
El Señor sustenta con lo grande (inteligencia), lo seguro (trabajo) y lo mucho de este mundo, pero El lo hace más con lo pequeño, con lo inseguro y con lo poco de este mundo. El sustento de Dios puede venir del desamparo y la pobreza, de donde menos se espera, porque en el Reino de Dios …
Juan 3:8 Reina-Valera 1960
8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
En el Reino de Dios, dar es, en esencia, sustentar. En el Reino de Dios, cuando damos, principalmente, sustentamos.
Cuando el dinero escasea, no significa que escasea el amor, la misericordia y la compasión de Dios, ¡no significa que escasea Dios!
Quién da al Reino de Dios, recibe de Dios y a Dios.
¡Demos al Reino de Dios! ¡Si de gracia recibimos, demos de gracia! (Mt. 10:8).